El Uruguay ha sido hasta en un pasado no muy lejano, cuna y exportador de talentos musicales de altísima jerarquía y reconocimiento mundial. Valga recordar a Nibya Mariño, Mercedes Olivera, Fanny Ingold, Luís Batlle Ibáñez y Héctor Tosar entre otros, para volver a nuestra memoria lo que fue la grandeza histórica musical que nació aquí entre nosotros y que en algunos casos hoy nos es gratísimo poder aplaudir y seguir reconociendo y disfrutando.
Aún en sus épocas de crecimiento hacia el público, todos los grandes artistas tuvieron que luchar, al igual que los que los seguimos detrás con enormes carencias de todo tipo; tanto de medios como de gente que brindara un sano y sólido apoyo a sus desvelos y ansias de llegar luego de una ardua lucha en los estudios y contra todo tipo de incongruencias e incomprensiones de los medios existentes en la época.
Fue allí cuando surgieron movimientos tan hermosos como sensacionales: AEMus (Asociación de Estudiantes de Música) y Juventudes Musicales del Uruguay, que interesados en la vida musical instrumental culta, comenzaron con un tesón y garra increíbles, a brindar las oportunidades que todo músico necesitaba para poder volcarse a su público, siempre ávido por conocer, oír y valorar lo nuestro, tan dejado siempre a la mano de Dios por los medios competentes oficiales, la prensa y los medios masivos de comunicación: diarios, radios y televisión.
Estas dos magníficas obras extendieron sus brazos abiertos por muchísimos años a todos aquellos que tuvimos la suerte de ingresar a ellos y hacernos conocer a través de ellos; pero… el tiempo pasa; las situaciones cambian y los dulces y hermosos amaneceres que vimos juntos, se convirtieron con el correr de los años, en tristes y olvidados ocasos llenos de indiferencia de un mundo que ha olvidado como soñar; y que ha olvidado también que para soñar, nada hay más hermoso y único que la música.
Desde el paleolítico hasta nuestros días, la humanidad ha tenido en dos ramas del arte su fundamental nexo y diálogo: en la pintura y en la música.
La primera como vínculo de dejar testimonios de vivencias de esos instantes para las futuras generaciones; la segunda: como idioma universal entre las almas y los sentimientos más profundos que cada ser humano lleva en lo más profundo de su corazón.
No podemos ignorar de ningún modo, la profunda huella que deja en todos la música, como tampoco debemos permitirnos que algo tan esencial como ese alimento de nuestra alma se acabe o simplemente se olvide o se archive; porque la música es, ha sido y será el don más preciado que nos ha sido dado para nuestros oídos, y el bálsamo más dulce que recibe nuestro corazón.
Por todo lo expuesto, creemos oportuno señalar que hemos llegado a la conclusión que hoy, ya, ahora, debemos unirnos y unir nuestros esfuerzos para “reflotar el ámbito de la divulgación de la música culta en nuestro país y a sus exponentes”, cosa que hace mucho tiempo lamentablemente, parece haber sido olvidada por quienes pueden y deberían hacer bien las cosas y no lo han hecho, y solamente, han tenido “buenas intenciones”… y nada más.
Nuestra juventud musical culta; todos nuestros artistas; no pueden ni deben ser olvidados, ignorados, archivados y derrumbados por los enlatados importados o pseudos artistas extranjeros que olvidan cuáles han sido los orígenes de todo aquello que hoy emulan: “Toda música, cualquiera sea su género, tiene su entronque en la música clásica”.
Defendámosla y valoricemos con el público conocedor y amante de ella, a aquellos que la cultivan y la cultivaron; mancomunemos esfuerzos, anhelos y deseos en pos de ello y ayudemos a esta Asociación que cumple funciones de divulgación y defensa de los artistas: músicos amateurs y profesionales nacionales; cantantes líricos; bailarines de todas las orientaciones y artistas plásticos en general.
Contamos con las ganas de hacer; la alegría de ver gente con los mismos ideales, sólo nos falta que usted se integre a nosotros y ver cómo podemos seguir amalgamando todas nuestras inquietudes para poner “YA” en movimiento acelerado esta obra para el futuro inmediato.
Tenemos 6 años de excelentes antecedentes en las funciones propuestas; se ha hecho mucho, pero el éxito depende de todos nosotros en el futuro.
Intégrese a ADAR; llámenos al teléfono 305 83 06 de lunes a viernes, de 14 a 19 hs y solicite una entrevista informativa. ¡Lo esperamos! ¡Gracias por estar!
Carlos Jorge Lapenne